Canadá hizo historia al conseguir la primera victoria de su historia en un duelo muy igualado contra Nueva Zelanda, favorita en casa, y Australia, líder de la temporada, en la ITM New Zealand Sail Grand Prix.

En una de las batallas finales más reñidas de la temporada -en aguas de Whakaraupō, en el puerto de Lyttelton-, los canadienses lucharon encarnizadamente con los héroes locales de Peter Burling, con cruces muy reñidos y cambios de liderazgo durante todo el encuentro.

Pero el equipo de Phil Robertson -a pesar de caerse de los foils e incluso de recibir una penalización en un encuentro dramático- fue sistemáticamente más rápido que los kiwis y cruzó primero la línea de meta para asegurarse la histórica victoria.